Además de las medidas de prevención que rigen para la población en su totalidad, que refieren al lavado de manos, uso de gel desinfectante, evitar tocarse la nariz, ojos y boca con las manos sucias, toser o estornudar con la parte interna del codo, desinfectar superficies, ventilar espacios y mantener una sana distancia de las demás personas, existen algunas otras medidas que se centran en la protección de las personas con discapacidad, ya sean para disminuir alteraciones emocionales, o para prevenir el contagio de COVID-19.
🔜 A las familias y a quienes brindan asistencia a personas con discapacidad, se les recomienda involucrarla en todas las medidas de protección que se adopten.
🔹 Quienes asisten a la persona con discapacidad, deben ayudarla a mantener contacto con familiares y personas a las que cotidianamente ve, mediante llamada telefónica, videollamada, mensajes o redes sociales, y buscar servicios de apoyo emocional brindados por especialistas, o entre pares, utilizando como medio la comunicación virtual.
🔹 Si la persona con discapacidad necesita asistencia para su movilidad, se sugiere que se tome del hombro o la espalda de la persona que la asiste, ya que los brazos pueden estar contaminados por cubrir estornudos y tos.
🔹 También se recomienda ayudarla a generar un plan de emergencia para evitar quedarse sola, en caso de que la persona de apoyo se enferme de COVID-19.
🔜 En lo que refiere a hogares y residencias, se debe brindar información a las personas con discapacidad sobre las razones por las cuales se adoptan las medidas de higiene.
🔹 Desinfectar continuamente los espacios y superficies utilizados por todos, como mesas, escritorios, camas, manijas, mostradores y equipos médicos.
🔹 La hidratación y alimentación balanceada y nutritiva favorecerá el sistema inmunológico de las personas con discapacidad, y brindarles asistencia emocional continua ayudará a evitar y reducir la angustia, miedo, soledad o depresión.
🔹 En los casos en que no puedan estar distanciadas de sus visitantes por alteraciones psicoemocionales, se recomienda reducir las visitas solo a las esenciales, permitiendo la presencia constante de algún familiar o persona de asistencia. Si se suspenden las visitas, las personas con discapacidad deberían poder comunicarse con su familia o personal de apoyo mediante videollamadas, mensajes o redes sociales.
🔜 Por último, se sugiere al personal médico entablar una comunicación con las personas con discapacidad de manera directa y empática, utilizando un lenguaje simple y sin tecnicismos para explicar su estado de salud y el tratamiento a seguir, además de permitir que expresen sus dudas y preguntas.
📌 Fuente: COVID-19 Recomendaciones de asistencia y apoyo emocional para personas con discapacidad | Mayo 2020 | Ministerio de Salud de La Nación.